En
este último post quisiera darle el cierre a la aventura tan intensa y a la vez enriquecedora
que he vivido junto con mis compañeras. No ha sido un camino fácil, pero si
entretenida y con mucho contenido.
Este
camino lleno de piedras, árboles, animales…(diversidad) señalizada con diferentes marcas de
colores, o flechas con direcciones que marcaban diferentes destinos, me llevó a
un valle llamado las TIC. Es un sitio donde los ordenadores, móviles,
aplicaciones, videos, música, imágenes digitales… son los recursos para que la
gente que vive allí pueda comunicares, escribir, grabar, cantar, dibujar, oír…
todo lo que se produce. Así pues, empezó mi camino en aquel destino: las TIC.
Nunca
he tenido especial interés en las nuevas tecnologías y el primer día fue un tanto extraño. Me sentía desganada pero con un
toque de curiosidad, asique me dije a mi misma que me tenía que esforzar en
realizar un buen trabajo y poner interés en lo que hacía. Puedo decir que me gustó la clase, ya que la
profesora nos animó.
El
segundo día, pudimos trabajar la confianza y el cuerpo mediante diferentes actividades, con los que pudimos
reflexionar porqué somos todas diferentes; cada una con sus cualidades, su
identidad. Pudimos observar las diferencias que nos hacían únicas. De ahí en
adelante, se nos ocurrió bautizar a todos los trabajos bajo el apellido “begirada anitzak”. En la clase, también
participó Josemi, que ha colaborado en nuestro trabajo de los blogs y el
trabajo modular.
Teniendo
en cuenta que mediante las tecnologías se muestra una realidad virtual que
parece muy real, el tercer día comentamos y hablamos sobre la importancia de la cultura visual. En relación a ello, la profesora nos sorprendió con THE PRESENT. La cultura visual y las
representaciones artísticas traen consigo un estímulo intelectual y emocional,
con el que se puede crear una mirada crítica, de aumentar el desarrollo
reflexivo... Cogiendo una imagen de Kruger " I don´t need another
héroe", empezamos con un ejercicio llamado graffiti. Para ello, pensamos en unos incidentes críticos en los
que tuvieron lugar en el colegio. Para poder realizar el trabajo, me puse con
mi compañera Aiuri y realizamos un
graffiti a mano con el incidente ocurrido.
Por otro lado, terminando con el ejercicio al completo, el cuarto día pudimos realizar
otro graffiti
digitalizado, en el que plasmábamos un incidente crítico que ocurrió a una de nosotras.
Este ejercicio al completo, creo que implicó que tanto yo como Aiuri pudiésemos
abrirnos más, emocionalmente.
Después
de dedicar unas sesiones a la cultura visual y poder reflexionar sobre eso, en la quinta sesión, la
profesora nos invitó a comenzar con otro ejercicio llamado "confesiones". Para darnos cuenta de la
importancia que tiene poder trabajar desde el anonimato. Pudimos pensar en lo importante que es denunciar un
incidente de un modo en que nadie sepa quién eres. Fue muy enriquecedor poder
oír las historias silenciadas
de las demás compañeras, y así pensar que como profesoras nuestra labor está
también en proteger a las niñas y niños y responder ante situaciones en las que
necesitan que se les oiga.
Para
poder comprender mejor lo que supone cuidar y dar amor a una persona que
necesita de ti, como he mencionado antes, el sexto día Nesi nos regaló dos plantas (pero una
desapareció), las cuales tendríamos que cuidarlas. Para hacer una relación
entre las historias silenciadas y el cuidado de las plantas, Nesi nos propuso
realizar un comic en el que
contásemos que difícil o traumática puede suponer una perdida para un
pequeño/a. Además de eso, la profesora nos proporcionó una explicación sobre la
geolocalización y la realidad aumentada, con la que el aprendizaje
puede ser en la calle y de manera creativa y educativa. El comic es un ejemplo de un acto creativo.
Llegando
a la recta final del cuatrimestre, la profesora quiso que dedicásemos un tiempo
a poder realizar la última tarea, y la más importante. Este último trabajo
llamado "Narrativa Digital", se formó de tres partes o momentos de creación
diferentes: el "cartoboard" del octavo día, donde
plasmamos algunas ideas pasajeras; el mapa mental del décimo día, con el cual ordenamos las ideas a desarrollar; y la cartografía de la undécima sesión, donde expusimos lo más
íntimo de nuestra identidad sobre la diversidad.
El camino no ha sido fácil, ya lo he mencionado antes, pero ha merecido la pena. Nunca habría pensado que trabajar con las tecnologías me daría tantas satisfacciones. He aprendido que las tecnologías no son dañinas si se utilizan adecuadamente y más con un fin educativo y a la vez lúdico. Mi visión ha cambiado por completo y espero que este camino siga hacía delante descubriendo nuevas sendas y valles con las que poder educar a niñas y niños. ¡Que no muera la creatividad!
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